CONSIDERACIONES GENERALES ACERCA DEL DIAGNOSTICO
Al hablar de diagnóstico, no existe una conceptualización y mucho menos una postura ante el mismo, para unos no pasa de ser una descripción de la situación, "ver que está pasando", para otros una pérdida de tiempo, pues consideran que ya "se ha diagnosticado lo suficiente" y/o "saben lo que está pasando" por lo que hay que hacer es ir directo a la acción, no falta quienes consideren que antes de actuar es necesario conocer bien la situación.
Estas perspectivas ponen de manifiesto la clara separación que existe entre "Ver" (el diagnóstico) y el "actuar" (la ejecución) lo que ha llevado a un resultado lamentable de: obras que no se ejecutan, obras ejecutadas que no resuelven los problemas reales de las comunidades, es necesario entender que el diagnóstico es una acción y está en función de operaciones presentes y futuras, que tiene sentido en sí mismo, por cuanto permite elegir el mejor curso de acción; considerado como un proceso en dos vertientes: un dinámico y proceso de capacitación de los involucrados por una parte y por la otra un proceso organizativo.
Implica un proceso de reflexión y análisis, cuestión que es indispensable para poder emprender una tarea que transforme la situación identificada, entendiendo que la realidad no es estática, no se congela, no estanca por lo que exige un permanente proceso de actualización, por lo que puede considerarse como una toma secuencial de la realidad, que nos permite identificar escenarios, que puede ser analizada en sus partes, pero ubicándolas en un todo (contexto) para poder actuar.
El objetivo del diagnóstico es guiar el curso de la gestión, es más que hacer un registro, un informe, un documento, es comprender la dinámica de la comunidad, organización o empresa para transformarla con y para la gente en verdaderos espacios de participación.
Estas perspectivas ponen de manifiesto la clara separación que existe entre "Ver" (el diagnóstico) y el "actuar" (la ejecución) lo que ha llevado a un resultado lamentable de: obras que no se ejecutan, obras ejecutadas que no resuelven los problemas reales de las comunidades, es necesario entender que el diagnóstico es una acción y está en función de operaciones presentes y futuras, que tiene sentido en sí mismo, por cuanto permite elegir el mejor curso de acción; considerado como un proceso en dos vertientes: un dinámico y proceso de capacitación de los involucrados por una parte y por la otra un proceso organizativo.
Implica un proceso de reflexión y análisis, cuestión que es indispensable para poder emprender una tarea que transforme la situación identificada, entendiendo que la realidad no es estática, no se congela, no estanca por lo que exige un permanente proceso de actualización, por lo que puede considerarse como una toma secuencial de la realidad, que nos permite identificar escenarios, que puede ser analizada en sus partes, pero ubicándolas en un todo (contexto) para poder actuar.
El objetivo del diagnóstico es guiar el curso de la gestión, es más que hacer un registro, un informe, un documento, es comprender la dinámica de la comunidad, organización o empresa para transformarla con y para la gente en verdaderos espacios de participación.